Área de conservación regional Humedades de Ventanilla
20. mar. 2019
Área de conservación regional Humedades de Ventanilla
La ciudad
metropolitana de Lima y Callao, después de El Cairo (Egipto), es la segunda
ciudad más grande del mundo construida sobre un desierto y a diferencia de la
primera no cuenta con grandes ríos ni reservas de agua en la que habitan más de
9 millones de personas, cifra que se calcula que para el 2040 sería de 14
millones de habitantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda
que para este tipo de ciudades se cuente por lo menos con 9 metros cuadrados de
áreas verdes por persona para una buena calidad de vida.
Según el estudio realizado por
Global Urban Ambient Air Pollution Database de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), Lima y Callao, tienen el aire más contaminado de Latinoamérica,
para el año 2012 esta cifra representa el 12% de las emisiones a nivel
nacional. Esto significa que las emisiones de CO2 por persona en la ciudad
alcanzan las 1.76 toneladas.
Lima genera cada año 3’237,050.49 toneladas de residuos sólidos. El cálculo de
basura producida al día solo para Lima Metropolitana es de 7,195.42 toneladas,
de las cuales un 88% son dispuestas adecuadamente.
La
legislación señala que el Estado está obligado a promover la conservación de la
diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas, siendo el Área de
Conservación Regional de Ventanilla un área que debe ser conservado por las
autoridades y un compromiso de todos.
La
Convención RAMSAR, señala que los Humedales son vitales para la supervivencia
humana, los humedales son indispensables por los innumerables beneficios y
servicios ecosistémicos que ofrecen a la humanidad, recarga de aguas
subterráneas y mitigación del cambio climático.
Es
importante tener en cuenta de este tipo de ecosistema, es que ademas de retener
carbono del aire, funcionan como un filtro natural de agua, dado que las
plantas hidrófitas que habitan en él la almacenan para luego liberarla como
agua filtrada, función por la cual se consideran como “los riñones del planeta”.
La
conservación y protección de nuestra biodiversidad debe ser una prioridad, por
lo que es fundamental generar conciencia de su importancia y promover las
buenas prácticas, las acciones legales, económicas y las iniciativas que
permitan que éste importante lugar pueda ser disfrutado por las generaciones
futuras y como lugar para conservar y proteger nuestra biodiversidad.